viernes, 10 de mayo de 2013

Inclusivista? anti-proselitista?

 
Sería otra píccola sorpresa, y también una pincelada más para ir completando un más definitivo perfil francisquista, saber si es 'inclusivista', según el titular que resume su sermoncillo de ayer:

La Chiesa sia coraggiosa e inclusiva

Zenit, por su parte, remarcaba otra frase del Papa:

El cristiano debe construir puentes y no muros

¿Todos caben? ¿Dónde caben? ¿Qué son 'todos'? Por lo pronto, matizando - matizo personalmente - me encuentro en las antípodas de la inclusión francisquista, por motivos muy graves y actuales. Por ejemplo: ¿Cómo vamos a mantener trato normal y políticamente correcto con una pareja de gays-casados o lesbis-matrimoniadas? ¿Se puede mantener una relación de normalidad, dada su situación? Yo pienso y digo y predico que no. ¿Y con unos divorciados que conviven juntos? Lo mismo. ¿Y con un activista abortista? Igual. ¿Y con una feminista radical? Tampoco.

No les niego el saludo, ni la estima personal, ni la ayuda necesaria, ni la caridad. Pero no puedo ni debo incluirlos en mi vida so pena de que mi vida se desconfigure y no pueda ser reconocida como 'cristiana' o 'católica' porque me vería llevando la misma vida tolerantista y pan-admisiva que me impone la sociedad no-cristiana y anti-católica que me rodea. O levanto un muro de contención, o me inunda la riada. Los muros de separación son necesarios, obligados, muchas veces.

Algunas veces me imagino como los pioneros yanquis de las pelis del Far-West: La caravana ha formado un círculo de carretas porque llegan los indios que galopan arrojando lanzas y flechas mortíferas, girando en torno a los carromatos. Desde dentro del círculo, los sitiados se defienden del ataque y disparan. Pues así, mutatis mutandis, parece que estamos ¿Qué hacemos? ¿Abrimos el círculo y dejamos entrar a los que nos atacan para matarnos?

Pero la cita del sermoncillo de Stª Marta parece que dice todo lo contrario:

 "...ahora es un buen tiempo en la vida de la Iglesia: estos últimos cincuenta años, sesenta años, es un buen tiempo. Porque yo recuerdo que cuando era niño se oía en las familias católicas, también en la mía: -'no, a su casa no podemos ir, porque no están casados por la Iglesia, eh'. Era como una exclusión. No, ¡no podía ir! o porque son socialistas o ateos, no podemos ir. Ahora, gracias a Dios, no, no se dice"

 Yo predico lo contrario. Muchas veces. Sé que no gusta, que el que tiene cerca, en su familia (por ejemplo), una situación contradictoria con la moral cristiana, recibe la predicación con reluctancia; pero hay que predicar, no se trata de dar palmaditas en la espalda, sino de hacer ver lo que a veces no nos atrevemos a discernir...aunque nuestra conciencia nos esté clamando lo que no queremos aceptar, porque incomoda o duele.

También ha predicado el PP Francisco que no podemos ser constructores de muros; sed contra:

Is 58 12 "...Reedificarán, de ti, tus ruinas antiguas, levantarás los cimientos de pasadas generaciones, se te llamará reparador de brechas..."

y más contundente: Sal 50, 20 "Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén"

Passim, por toda la Sagrada Escritura, aparece el tema de la muralla defensora; Dios mismo es comparado y definido así: Dios es mi alcázar, mi muralla, mi baluarte...etc. En parecido sentido, la parábola del Señor sobre construir sobre roca, y no sobre la arena inconsistente.

¿San Pablo no levanta murallas cuando funda iglesias? ¿No traza un muro que separa a los cristianos de los no-cristianos? Si se repasan y leen las Epístolas Paulinas, queda muy patente el tema de la separación, no por exclusión antipática, sino por conciencia de la santidad: Sancta sanctis !

Una parte de la vida de la Iglesia y su espiritualidad hace uso de la separación, del muro y la muralla como medios de aislarse del mundo y centrarse en la vida espiritual en Cristo. También pertenece a la más exquisita espiritualidad el concepto del 'hortus concusus', el jardín cerrado, de honda significación mariológica; ¿tampoco valdría? ¿No vale la vida monástica, no valen los monasterios, no valen las clausuras? ¿Habrá que recordar - ¡quién lo diría! - que tiene murallas la Jerusalén Celeste, y que habrá paz dentro de sus muros?

Finalmente, otra cuestión, también chocante, porque contradice a la tradición, porque no se corresponde con los hechos. Dicen que dijo en el sermoncete de Santa Marta:

"...Pablo es también "consciente que debe evangelizar, no hacer prosélitos". La Iglesia "no crece en el proselitismo, Benedicto XVI nos lo ha dicho; sino que crece por atracción, por el testimonio, por la predicación". Por tanto, continuó el santo padre, "Pablo actúa así porque estaba seguro, seguro de Jesucristo. No dudaba de su Señor. Los cristianos que tienen miedo de hacer puentes y prefieren construir muros, son cristianos no seguros de su propia fe, seguros de Jesucristo. Y se defienden alzando muros".

¿San Pablo no hacía prosélitos? ¿San Pablo no fue proselitista? Toda la misión apostólica de San Pablo fue proselitista, la crónica paulina de los Hechos de los Apóstoles es la narración de una actividad proselitista, ferviente, animosa, movida por el Espíritu Santo. San Pablo no se contenta con conversar y predicar, no busca interlocutores: Quiere cristianos, quiere que los que escuchen el mensaje se conviertan a Cristo. Parece tan obvio que uno se queda estupefacto cuando escucha cosas como que los Apóstoles no eran proselitistas. ¿Cómo ha sucedido; desde cuando un concepto santo y bueno ha pasado a ser un sustantivo / un adjetivo con sentido y carga peyorativa?

Un gran maestro de la espiritualidad del siglo XX sentencia seguro, firme, cabalmente, con el aplomo del sacerdote apostólico que sabe lo que dice:  - " Proselitismo: es la señal cierta del celo verdadero".

Resumiendo: Parece que se lanzan mensajes a distinta frecuencia de onda. Todos coinciden en que las homilías de las grandes celebraciones, hasta ahora, han sido sencillas, frescas, piadosas, católicas. Pero algunos entendemos que los sermoncillos cotidianos en la capella de Sta. Marta mantienen, a la vez que su peculiar estilo, otro tipo de mensajes.

En el de ayer, este que estoy comentando, me ha parecido entrever incluso cierto aviso de una posible intención de revocar la prohibición de la Comunión a los divorciados etc. ¿No sacan Uds. también esa impresión?

Y, por todo lo dicho supra, ¿no se declara también, implícitamente, que la nuevangelización ni es proselitista ni desea prosélitos?

Sólo anunciar, nunca convencer, jamás atraer, siempre dialogar.

Nada de muros, sin murallas, sólo aperturas, todo puertas (abiertas, of course).

Cuando Fisichella proponía confesonarios activos 24h. los 365 días, será para que nos podamos confesar a todas horas todos los días aquellos que creemos en los muros y el proselitismo. Témome.


+T.